La Sierra del Agua (Antonio Castillo y David Oya)

El título completo que voy a reseñar es “La Sierra del Agua. 120 viejas historias de Cazorla y Segura”, se trata de la actualización (la segunda) de la publicación inicial que contenía 80 de esas historias. La primera actualización aumentó a 100 y la segunda, que es el centro de este post en el blog, contiene 120. 

Esta publicación comienza así: “La Sierra del Agua, un topónimo literario integrador. La Sierra del Agua no se ha ceñido al jiennense Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (210.000 hectáreas), sino a todas las sierras que integran la misma unidad orográfica, geográfica y geológica”. 

En cuanto al título, al lector le puede sorprender que esta obra literaria a modo de ensayo y con multitud de colaboradores, “desaparezca” por arte de magia “Las Villas”, y ha sido fruto de multitud de opiniones, conversaciones, intercambio de criterios e incluso discusiones. Concretar solamente a Cazorla y Segura, como se indica en el inicio de la publicación, abarca más de este territorio. No obstante, seguramente por el tema comercial y visual, sea mucho más atractivo… por eso como podréis ver al final de esta humilde reflexión sobre el libro, no tiene mi máxima puntuación... qué le vamos a hacer, a un servidor también "le tira su tierra".

Este libro me fue regalado por los autores, ya que uno de esos colaboradores de las 120 “viejas historias” es un servidor. Y además, esas dos viejas historias que firmo son concretamente de Villacarrillo (Jaén), perteneciente a Las Villas. Tengo además en mi poder las dos primeras ediciones junto a una edición especial con tapa dura y buena encuadernación de la que sólo salieron a la luz 100 ejemplares. Una joya de mi biblioteca. 

Presentación del libro en Villacarrillo (Jaén), año 2016. De izquierda a derecha: David Oya y Antonio Castillo (autores) y Manolo Jiménez (presentador)

Este libro nos adentra a un mundo único, donde el centro de todas las 120 historias se nutren del agua. Bien por un manantial, un río, un lavadero, una cascada… tenemos mil anécdotas, mil historias, mil leyendas… que nuestros antepasados nos han ido contando, relatando e incluso escribiendo. Ese recopilatorio fantástico sobre personajes, relatos, lugares, labores y sierras hermanas, nos hace entender gran parte de nuestro pasado. Quién no ha escuchado alguna vez alguna leyenda en torno a las fuentes y manantiales, o una historia de amor, o aguas sanadoras, o aguas peligrosas… pues aquí, en este libro podemos obtener con gran calidad literaria, con una formidable dirección y con una magnífica sutileza, una de los más bellos tesoros editados en torno a la naturaleza del sur peninsular. 

Para los amantes de la historia, de la montaña, de la naturaleza y, sobre todo del agua, es un magnífico regalo para cualquier época del año. 

Este ensayo literario finaliza así: “Lo hablaremos aquí, en esta misma fuente, créeme; porque todos los finales se supeditan a un principio y todos los principios se alimentan de un fin. Habrá otra vez”, unas palabras de Andrés Ortiz-Tafur. 

Resumen: 

La Sierra del Agua (Antonio Castillo y David Oya) 

Nota (de 0 a 10): 9. 

Recomendado: Sí. 

SINOPSIS (extraída de Editorial Universidad de Granada): 

«HUBO UNA ÉPOCA en la que una sierra preñada de agua reventaba por todas las costuras de sus rocas, alumbrando a cientos de arroyos que se despeñaban ladera abajo. Y allí, como espectadores de excepción, estaban los hombres con su eterna mirada de fascinación hacia el insondable milagro de las aguas nacientes. Era LA SIERRA DEL AGUA, el Monte Oróspeda de los antiguos». La Sierra del Agua es un canto al agua, a la tierra y a los últimos serranos de Cazorla y Segura. Un libro de historias del ayer. Viejas historias que dejan al lector con ganas de más y buen sabor de boa. Puede que a partir de ahora, los que pasen por la Fuente de la Paulera la terminen recordando porque allí picó mortalmente una víbora a un serrano. O que en la Casa de las Siete Fuentes habitan unas hermosas ninfas. O que en las fuentes serranas se estilaba la costumbre de «llevarse a la novia». O que en la fuente del Leganillo una pobre mujer fue devorada por lobos. O que en el Nacimiento de San Blas las parejas se prometían amor eterno. Y así hasta 120 historias de aguas y hombres que vivieron en una sierra inmensa, incomunicada, atrasada, agreste y salvaje, que ya pasó para siempre.